Mausoleo Cárcel de San Vicente
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DESCRIPCIÓN Y ANÁLISIS FORMAL
Por debajo de una capilla medieval muy reformada en el siglo XIX, y al sur del ábside de la catedral tardoantigua, que se encuentra en el mismo espacio expositivo, se encuentra el mausoleo tradicionalmente conocido como Cárcel de San Vicente, que no es ninguna prisión pero que sí que tuvo que ver con el mártir. Está asombrosamente conservado en toda su planta y buena parte de su alzado. Se sitúa en el extremo meridional de la cabecera de la catedral y en conexión con ésta. Presenta estructura central de planta en cruz con un sistema de naves con cubierta de bóveda de cañón. Cada nave queda delimitada por un muro testero hacia el exterior y separadas por arcos de medio punto en la intersección o tramo central donde se eleva el cimborio. Al este presenta un ábside o cabecera de planta cuadrada, tanto al exterior como al interior. La nave de los pies, más ancha, está dividida en tramos separados por pilastras adosadas creando pequeños espacios laterales o nichos que, en el caso del tramo más próximo al crucero, aparecen a modo de arcosolios que contrarrestan los empujes de crucero y cimborio y que se corresponden al exterior con contrafuertes, de los que únicamente se conserva el situado al norte. Estos arcosolios servían para alojar los sarcófagos de los obispos posteriores, formando un corredor funerario que enlazaría con la catedral. Sus paramentos son de sillería y mampostería, reforzados con sillares en las esquinas, todo trabado con hormigón de cal. La sillería es de caliza y dolomía gris-azulada reaprovechada de edificios romanos, con hiladas muy regulares y colocadas muy cuidadosamente. Las piedras de los arcos, bóvedas y pilastras son de toba calcárea, más blanda y ligera, tallada expresamente.
En su lado norte, el mejor conservado, se abre una estrecha ventana alargada situada a media altura y con derrame interior. Debe corresponder a una fenestella confessionis, donde los fieles oraban arrodillados dirigiendo su mirada a la tumba del obispo y a las probables reliquias del mártir.
Se conserva toda su planta en forma de cruz, aunque en un estado bastante irregular. Mientras el ala septentrional de la cruz esta casi intacta, incluyendo la bóveda, de la meridional solo quedaban los cimientos, y la oriental y la occidental aun han mantenido buena parte de sus paredes. El eje central, el crucero, se instaló con mucha precisión sobre una calle romana, un cardo. Los pavimentos de las estancias, preservados prácticamente intactos, eran de mortero de cal mezclado con fragmentos cerámicos machacados, opus signinum, que se extendía por todo el edificio. En el subsuelo del centro del crucero, separado por una doble línea de canceles, se emplaza una tumba realizada con grandes sillares de piedra a modo de cista en la que se hallaron los huesos de un varón de unos 50 años, fallecido a mediados del siglo VI, según los análisis del C14, lo que coincide con el mencionado Justiniano.
En tres de los cuatro ángulos exteriores de la cruz había una gran tumba monumental de losas y sillares, aunque en el otro ángulo, el del sudoeste, también podría haber otra, pero estaría arrasada. Tan solo se ha conservado intacta una de estas sepulturas, la del ángulo nordeste, que dio los restos de un hombre de edad avanzada. Estas grandes tumbas parecen idénticas a las colectivas de l’Almoina, del s. VII, fecha que podría coincidir, pero esta es individual y esta precintada des del principio, al contrario que a las otras que tienen como una puerta para continuar haciendo enterramientos durante un largo periodo.
La función de este edificio cruciforme fue funeraria, no siendo un edificio de culto ni una iglesia, como se había considerado en los primeros momentos, cuando aún no se había excavado en el interior y no se había encontrado la tumba excavada en el centro del crucero, que dejó claro que era un mausoleo. Consideramos muy plausible que el importante personaje encontrado en esa tumba privilegiada tiene muchas posibilidades de ser el famoso obispo Justiniano que, al mismo tiempo, también sería el promotor del mausoleo. Parecería discutible que el destino principal de este gran sepulcro fuera alojar el cuerpo de un obispo, por muy importante que sea.
La interpretación más lógica y ajustada con las costumbres de la época sería vincular la construcción de este importante sepulcro con la principal figura de la Valencia tardoantigua, San Vicente. Su cuerpo y reliquias importantes fueron trasladados desde la periferia al centro de la ciudad. Además, Justiniano se proclamaba un ferviente devoto del mártir, al que hizo heredero de sus bienes. Detrás de esta herencia podría entrar la construcción de este mausoleo. Actuando así, bajo el paraguas del sepulcro y del culto al santo, el obispo tendría la ocasión más digna, y discreta, de hacerse una sepultura propia sin preocuparse por una denuncia de soberbia, como habría ocurrido si se hubiera construido una tumba monumental solo para él, algo que se criticaba y regulaba en las Actas conciliares. Al pie del mausoleo empezaba un largo corredor que lo enlazaría con la catedral, y que, a ambos lados, aparecía subdivido por arcosolios que acogerían sarcófagos, formando una necrópolis muy privilegiada en el interior del edificio, seguramente la de los obispos posteriores a Justiniano, que buscarían la proximidad con el sepulcro del mártir y del obispo.
Evidentemente, la mejor ubicación sería la del cuerpo enterrado en el crucero, porque estaba muy próxima, prácticamente al pie, de las reliquias martiriales, que se encontrarían en el espacio más destacado, que, obviamente, no puede ser otro más que la cabecera del mausoleo. Allí debieron estar, bien a la vista de todo el mundo, porque la razón de ser de este edificio era destacar a un personaje excepcional, por lo que su presencia sería efectiva, tanto a visitantes y peregrinos, que circulaban por el interior, que verían la tumba al final de un pasillo jalonado por sarcófagos, como para los que estaban al exterior, que también podrían contemplarlo a través de las ventanas situadas a los tres lados de la cruz, auténticas fenestellae confessionis, desde donde se podría orar con la vista puesta en los sepulcros del mártir y el obispo, que aunque de menor “santidad”, por lo que sabemos también sería objeto de veneración. En otras zonas funerarias coetáneas, los sarcófagos de personajes relevantes estaban a la vista de la gente siguiendo la ceremonia de la elevatio, por la que se exponían públicamente las reliquias de los santos.
En el centro de la cabecera del mausoleo se ha señalado una perforación que, en su momento, se asoció con el hueco del pie de un altar. Así, en el montaje expositivo actual, se ha instalado allí un altar de un solo pie, que, sin embargo, procede de las excavaciones de l’Almoina y es una mesa auxiliar que iría adosada a una pared. En la cabecera no había ninguna evidencia de otra tumba, pero con la desafección del culto cristiano, a partir de la segunda mitad del s. VIII, el antiguo y santo mausoleo se convirtió en un “hamman”, un baño árabe, transformación que arrasaría con todos los elementos colocados sobre el pavimento. Además, la mencionada perforación también se podría deber a un elemento de sujeción de la plataforma, sobre la que se colocaría el sarcófago. Éste, tradicionalmente, se ha llegado a identificar con el que ahora se conserva en el Museo de Bellas Artes de Valencia, recuperado en el siglo XIX del cuartel que acogía la unidad que, precisamente, desmanteló parte de la iglesia de la Roqueta durante las guerras carlistas (1832-1839), lo que permite una mínima, pero muy hipotética, posibilidad de relación con la tumba del mártir.
Los escasos datos cronológicos cerámicos de los niveles de construcción llevan al s. VI la erección de este mausoleo, fecha confirmada por el análisis del C14 del esqueleto de la tumba central, que da la mitad del s. VI como el momento de su muerte. Estos huesos parece que habían estado enterrados antes en otro lugar. Si este individuo falleció a mediados del s. VI, por su edad también coincidiría bien con los rasgos del obispo Justiniano. Este edificio funerario parece, pues, que fue erigido por estas mismas fechas, tal vez un poco después de la muerte del obispo, que primero pudo estar provisionalmente sepultado en otro lugar mientras concluía la construcción del mausoleo. En todo caso, este anexo funerario siempre sería posterior a la catedral, a la que se adosaría, al igual que el baptisterio.
Esta relación tan estrecha entre un obispo y un mártir, es una situación corriente en otros lugares en los primeros siglos del cristianismo, cuando determinados episcopos, se apropiaron del espontáneo culto a los mártires, para canalizarlo mediante grandes edificios en beneficio de la organización eclesiástica oficial, por no mencionar los también numerosos casos de la “inventió” de reliquias o cuerpos de mártires y santos, por parte de activos obispos de sedes importantes que no contaban con ningún mártir que glorificara y protegiera su ciudad. En Valencia, por el contrario, la existencia desde un principio de uno de los mártires más reconocidos facilitó este proceso. En Hispania se pueden referenciar otras numerosas asociaciones entre obispos y mártires: Nonito y San Félix de Gerunda, Asturio y los niños mártires, Justo y Pastor, de Complutum, Masona y Santa Eulalia de Emerita….
En la época tardoantigua, los edificios cruciformes, normalmente con finalidad funeraria, se encuentran de un extremo a otro del Mediterráneo: desde Portugal a Crimea. En esta alejada región del mar Negro son funerarios y en un caso parece claro que la tumba importante estaba en un sarcófago sobre la superficie. Es muy posible que el más antiguo sea el denominado mausoleo de Gala Placidia, en Ravenna, construido por esta emperatriz en la primera mitad del s. V para San Lorenzo y después se le asociaron los santos Nazario y Celsio. En su interior, por lo menos desde el s. XIV, tres sarcófagos ocupan otras tantas alas de la cruz. Aunque ahora es un edificio exento, en origen formaba parte de la iglesia de la “Santa Croce”, a la que se unía por un largo corredor, como también estaría en Valencia, en este caso con la catedral. Además de Crimea, es en el área del Adriático donde se encuentra la más alta concentración de estos mausoleos cruciformes adosados a basílicas: Santa Mª Formosa en Pola, San Félix y Fortunato en Vicenza, San Opilión y San Prodocimo en Padova o San Lorenzo y San Simpliciano en Milán.
Es uno de los monumentos tardoantiguos mejor conservados de Hispania. Es una tumba privilegiada con precedentes arquitectónicos en el entorno de Ravenna. En un principio, pues, a este edificio se le suponían fuertes y claros influjos del Mediterráneo central y oriental. Recientemente, ante los testimonios, cada vez más consistentes, de la inclusión de la antigua Valentia en el territorio anexionado al Imperio Oriente hacia el 555, es muy probable que, en consideración a su fecha de construcción y su tipología edilicia, no sería de extrañar que este edificio cruciforme fuera una obra propiamente romana oriental.
En este mismo espacio, al noroeste, se conserva un tramo de un potente ábside monumental, que debe ser el de la catedral. Este gran edificio estaba canónicamente orientado este-oeste y ocupaba la actual plaza de l’Almoina, adentrándose un poco por debajo de la parte norte de la actual catedral, donde debería ubicarse el atrio. Este ábside estaba en su extremo oriental. Lo forman un gran cimiento semicircular de dos metros de ancho y 12-14 metros de diámetro, muy consistente y construido con grandes sillares de piedra y restos de fustes de columna reutilizados, reforzado por contrafuertes exteriores. Sobre el basamento anterior se alza un muro formado por un doble paramento de pequeños sillares con relleno interior, al estilo del opus vittatum, planteando un perímetro poligonal o facetado.
ALBERT RIBERA
Tour Location
Mausoleo Carcel de San Vicente
Otros monumentos y lugares a visitar | Centro Histórico de València Centro Arqueológico de l’Almoina |
Patrimonio natural | Jardín del Turia. |
Recreaciones históricas | No |
Fiestas de interés turístico | Fallas |
Ferias | |
Oficina de turismo | Tourist info: C/ Cisterna 30, 46190 Riba-roja de Túria Telf. 962772184 riba_roja@touristinfo.net |
Guías especializadas | Concesionario municipal |
Visitas guiadas | Concesionario municipal |
Alojamientos | Un hotel y una pensión Muy cerca y bien comunicado con València |
Restauración | Amplio surtido de bares y restaurantes en el pueblo |
Artesanía | |
Bibliografía | |
Vídeos | |
Web |
Monumento o lugar a visitar | Mausoleo cruciforme |
Estilo | Bizantino-visigótico |
Tipo | Funerario y Religioso |
Época | Construido a mediados del siglo VI. Convertido en unos baños islámicos en el siglo X y amortizado a principios del siglo XI |
Estado de conservación | Bueno. Restaurado en 1998 |
Grado de protección legal | |
Dirección | Plaza del Arzobispo 1, 46003 València |
Coordenadas GPS | -0,373 39, 476 grados |
Propiedad, dependencia | Ayuntamiento de València |
Posibilidad de recibir visitas de público en general o solo especialistas | Abierto al público |
Necesidades de conservación | No. Mantenimiento básico |
Horarios y condiciones de visita | De martes a sábados, de 10 a 14 h. y de 15 a 19 h. Domingo, de 10 a 14 h. |
Importe entrada | 2€ |
Trabajos de investigación en realización | |
Accesibilidad | Buena |
Señalización si está inscrito en la ruta | No |
Bibliografía | RIBERA, A. (2008), “La primera topografia cristiana de Valencia (Hispania Carthaginiensis)”, Rivista di Archeologia Cristiana LXIII, Città del Vaticano, 377-434. RIBERA A., ALAPONT L. (2021), “El sepulcro del gran martir Vicente, del obispo Justiniano y otros cementerios privilegiados en Valencia”, Vingo, Marano, Pinar eds., Sepolture di prestigio nel bacino mediterraneo (IV-IX secolo) Definizione, immagini, utilizzo, Florencia, 393-409. RIBERA, A.; ESCRIVÀ, M.I. (2018), From the far West to the far East. Relationship of Episcopal complexes of the 5th - 6th centuries: Valentia versus Novae and Tauric Chersonesos, Sacrum et Profanum. Haec studia amici et collegae Andrei B. Biernacki septuagennio dicant. Novae. Studies and Materials VI, Poznan, 269-294. RIBERA, A.; ROSSELLÓ, M.; MACIAS, J.M. (2020), “Historia y arqueología de dos ciudades en los siglos VI-VIII d. C. Valentia y València la Vella”, Antigüedad y Cristianismo 37, Murcia, 63-106. ROSSELLÓ, M., SORIANO, R. (1998), Los restos arqueológicos exhibidos, en Cripta Arqueológica de la Cárcel de San Vicente, Valencia, 1998,.41-56. |
Vídeos | Audiovisual in situ |
Web | valencia.es |
Localidad | València |
Lugar | Cárcel de San Vicente |
Situación | Coordenadas geográficas: Altitud sobre el nivel del mar: 16 m |
Ubicación | Situada a orillas del río Turia, en la costa levantina de la península ibérica, justo en el centro del golfo de Valencia Municipio Valencia Comarca Ciudad de Valencia Provincia Valencia Comunidad Valenciana |
Paisaje natural | 86.05 VALENCIA Y ÁREAS METROPOLITANAS Esta llanura es la mayor planicie de toda la cuenca mediterránea española, y se encuentra en el centro de la Comunidad Valenciana. La depresión limita con un conjunto de sierras prelitorales que enmarcan las planas agrícolas: la sierra Calderona al norte, con las montañas de la serranía del Turia al noroeste, con la sierra de las Cabrillas al oeste, con el macizo del Caroig al suroeste y con la Serra de Corbera y el Mondúver por el sur. Los elevados crecimientos demográficos han propiciado la creación de áreas metropolitanas: extensas zonas donde el suelo urbanizado es predominante en sus distintas formas y usos. La intensidad de uso agrario que rodea a la ciudad hace que los limites se dibujen con precisión, y que la densa red de asentamientos urbanos preexistentes pase a considerarse integrante del ámbito metropolitano, pero conservado su carácter. Es la importancia de huertas y vegas históricas, con una actividad agrícola funcional y de calidad. La Albufera, comprende un sistema formado por el marjal, el lago, la restinga o cordón litoral y las zonas de monte. Debido a su valor cultural, histórico, geomorfológico y ecológico, fue el primer parque natural que declaró la Generalidad Valenciana, en 1986. El marjal del Moros, y en estado de regeneración el de Rafalell y Vistabella, son uno de los últimos marjales que se extendían al norte del río Turia y que se encuentran amenazados por los usos industriales y residenciales colindantes. El barranc del Carraixet, corresponde al cauce de agua intermitente y atraviesa los cultivos agrícolas de L´Horta Nord, es un interesante vector de conexión entre las zonas del interior de la llanura litoral y la línea de costa. La Rambla del Poyo (barranco de Chiva o barranco de Torrente) atraviesa la zona de L´Hora Sud hasta desembocar en L´Albufera. |
Paisaje cultural | Por su importancia La Lonja de la Seda, El Tribunal de las Aguas y Las Fallas pertenece ahora al patrimonio común de la humanidad por su “valor universal excepcional” por la UNESCO. Paisaje de interés visual son los espacios protegidos, identificados ya como recursos de interés cultural y ambiental respectivamente, el antiguo cauce del Turia. Constituye el espacio verde de la ciudad, albergando diferentes tipologías de ajardinamiento y dotaciones deportivas, recreativas y culturales. Un sistema de elementos lineales, tanto naturales como artificiales integrado por cauces fluviales, canales, parcelario y acequias, caminos históricos y arquitectónicos (alquerías, molinos y barracas). Huertas históricas de mayor calidad son la Horta d´Albaroya, de l´Albufera, de Sant Miquel dels Reis, de Rovella i Francs, Sèquia de Moncada y de Meliana. Presencia de un puerto potente en expansión, unido a un amplio frente litoral, con playas como la Malvarrosa, Pinedo y el Perellonet. |
Región Biogeográfica | Mediterránea |
Hidrografía | El más destacado es el río Turia y el Júcar al sur. Comprende la Cuenca del río Turia y forma parte de la Confederación hidrográfica del Júcar |
Climatología | |
Espacios protegidos | Red Natura 2000 l'Albufera. Sierra de Martés - Muela de Cortes Sierra de Malacara Alto Turia y Sierra del Negrete Serra Calderona Marjal dels Moro Área importante para la conservación de especies y de la biodiversidad: Hoces del Turia y Los Serranos Hoces del Cabriel y del Júcar |
Riqueza de especies | Entre 100 y 140 (De menos de 50 a más de 140) |
Cultivos | Huerta, cítricos, arroz en torno al lago de L´Albufera |
Riesgos sobre el patrimonio natural | 1. Frecuencia de incendios forestales 2006-2015: 43 (Escala de intensidad: de 1 a más de 501) 2. Erosión de cauces: Medio (De muy bajo a muy alto) |
Webgrafía | Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Visor del Banco de la Naturaleza https://sig.mapama.gob.es/bdn/ Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Visor Sistema de Información Geográfica de Datos Agrarios https://sig.mapama.gob.es/siga/ Confederación hidrográfica del Júcar: https://www.chj.es/es-es/Paginas/Home.aspx Revisión simplificada del PGOU de Valencia: Estudio de Paisaje https://www.valencia.es |
Bibliografía | VV.AA. (2004): Atlas de los paisajes de España. Madrid, Ed. Ministerio de Medio Ambiente. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación: Mapa de Cultivos y Aprovechamientos de España a escala 1:50.000 de los años 2000-2010, Antiguo Ministerio de Agricultura, ahora Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA), IGN (2019): España en mapas. Una síntesis geográfica. Compendios del Atlas Nacional de España. |