Basílica del Anfiteatro de Tarragona
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Basílica visigoda construida a finales del siglo VI, dentro del anfiteatro romano de Tarragona, en memoria de tres mártires quemados vivos allí el año 259. Descubierta en 1953 debajo de los restos de una iglesia románica del siglo XII, se han excavado y estudiado sus cimientos y se ha podido saber que tenía forma de basílica tardorromana semejante a la de Eio en el Tolmo de Minateda, de tres naves, un ábside y una cámara adosada al este del costado norte, pero toda su decoración esculpida, retallada en material de otros edificios anteriores, era ya en estilo visigodo.
En el interior del anfiteatro romano de Tarragona, el 21 de Enero del año 259 fueron quemados vivos Fructuoso, obispo de Tarraco y sus diáconos Augurio y Eulogio, por lo que el anfiteatro fue considerado por la comunidad cristiana desde la época tardorromana como un lugar santo en el que posiblemente se construyera a finales del S. IV o principios del V un monumento martirial sobre el que después de la conversión de Recaredo se construyó esta basílica en honor de los tres santos.
Se trata de un periodo histórico muy positivo para el Reino Visigodo tanto a nivel político como económico, en el que después de que Leovigildo extendiera su dominio a la mayoría de la península, de la unificación religiosa que significó la conversión de Recaredo y de la importancia social y política que adquirió la Iglesia católica, se produjo una importante transformación de las principales ciudades, muy significativa en Tarragona, en una época de grandes cambios en la ciudad en la que se construyeron la catedral visigoda, esta basílica del anfiteatro y otros edificios eclesiales en la acrópolis, en un momento en que aún se conserva en las iglesias la tradición basilical romana que encontramos en otras construcciones visigodas del siglo VI, como las basílicas de Eio en Albacete, Cabeza de Griego en Cuenca o Santa María de los Arcos en La Rioja entre otros.
Sobre esta basílica, que sólo se conserva a nivel cimentación y no fue descubierta hasta 1953, se construyó en siglo XII, después de la reconquista cristiana, una iglesia románica con planta de cruz latina. No obstante, las varias campañas de excavaciones nos han permitido conocer sus principales características.
La basílica, situada en el cuadrante noroccidental de la arena del anfiteatro, es de planta basilical de tres naves, de mayor anchura la central que las laterales, con un ábside cuya planta en la cimentación tiene forma semicircular algo prolongada en herradura, mientras que posiblemente su exterior tuviera forma poligonal; la única puerta que se ha encontrado está hacia el centro del costado norte. En el extremo oriental de este costado tenía una cámara rectangular con acceso al interior del templo dedicada a sacristía, baptisterio e incluso hubo una tumba, posiblemente en distintos momentos.
Analizando la cimentación, que es lo único que se ha encontrado debajo de los restos de la iglesia románica, sabemos que la basílica tenía 26,08m de longitud y 12,44 de anchura (88 x 42 pies) con muros de 59 cm de grosor (2 pies), mientras la herradura del ábside en su cimentación era de 4,74m de profundidad y 6,82 de anchura y la cámara lateral 5,83 por 3,85. Las naves, de 5,33m de ancho la central y 3,55 las laterales (18 x 12 pies), estaban separadas por arquerías de siete arcos, que suponemos de medio punto sobre columnas con capiteles, las de los extremos adosadas al muro.
Se han encontrado restos del pavimento de la nave central, del ábside, a mayor altura que la nave, y a una altura intermedia el de un coro situado en el primer tramo de la nave central, con ranuras para cimentación de canceles que separaban el coro del ábside y de la nave central. En el centro del suelo de este coro, donde se cruzan el eje horizontal de la iglesia con el transversal del coro, hay un orificio que parece indicar que allí existió algún elemento que indicaba el punto exacto del martirio, lo que justificaría la extraña situación de la basílica dentro del anfiteatro.
En su conjunto, la planta de la basílica hace pensar en un diseño muy cuidado, semejante al de la basílica de EIO en el Tolmo de Minateda, aunque de tamaño algo menor. Utilizando el pie como unidad, las medidas de la planta de la basílica están basadas en el número seis y sus múltiplos y según sus investigadores sucedería lo mismo con su estructura vertical. El seis era considerado por San Agustín y San Isidoro como el número perfecto.
Otro tema a tener en cuenta al valorar la basílica es que, aunque en su construcción se ha utilizado material reciclado de monumentos anteriores de su entorno, no fue una reutilización directa, sino que se retallaron para esta obra y se esculpió en ellos canceles, columnas, capiteles, basas…, del más puro estilo visigodo.
En resumen, basílica del Anfiteatro de Tarragona fue construida a finales del siglo VI a partir de un diseño complejo y bien elaborado, centrado por el punto exacto donde murieron los tres márires. Era un edificio en el que, aún se mantenía la estructura basilical tardorromana de tres naves y un único ábside, quizá la más tardía de este tipo de las iglesias visigodas, para lo se reutilizó el material de otras construcciones anteriores, pero retallando la decoración de acuerdo con la que conocemos de construcciones visigodas de ese periodo en otras ciudades como Mérida o Toledo.
Tour Location
Basílica del Anfiteatro de Tarragona
Monumento o lugar a visitar | Basílica del anfiteatro de Tarragona |
Estilo | Visigodo |
Tipo | Basílica |
Época | S. VI |
Estado de conservación | Excavado |
Dirección | Parc de l'Amfiteatre romà |
Coordenadas GPS | 41.11472232346338, 1.2588307979787035 |
Propiedad, dependencia | |
Posibilidad de recibir visitas de público en general o solo especialistas | Público en general |
Necesidades de conservación | |
Horarios y condiciones de visita | Consultar |
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Trabajos de investigación en realización | |
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Bibliografía | |
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Web | tarragonaturisme.cat |
Localidad | Tarragona |