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Tournai

Bélgica

Tournai

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Tournai es una de las ciudades más antiguas de Bélgica. Creada hace más de 2.000 años, ha cambiado a menudo de dominio: galo-romana, franca (ciudad real bajo los reinados de Childerico I y de Clodoveo I y por lo tanto la primera capital de Francia).

DESCRIPCIÓN

Tournai es una de las ciudades más antiguas de Bélgica, y su patrimonio ofrece muchos restos de una historia milenaria. En nuestra visita podremos contemplar, el campanario más antiguo de Bélgica, la  Catedral de Notre-Dame, herencias de la época medieval declaradas en la lista de la  UNESCO,  hale aux draps, Museo de las Bellas Artes, el Museo de tapices, el Museo arqueológico, etc.

Es una ciudad francófona de Bélgica, capital de la región de Wallonie Picarde, al sur del país, a orillas del Escalda (L’Escaut) y solamente a nueve kilómetros de la frontera francesa. Es una de la ciudades más antiguas de Bélgica junto con Arlon y Tongres. Tuvo un papel histórico, económico y cultural importante en el Condado de Flandes durante la Edad Media. Varias veces afectada por las guerras y muy castigada por la Segunda Guerra Mundial, Tournai aún conserva notables testimonios de su pasado histórico y artístico. Actualmente es sede episcopal.
Tanto el campanario cívico de Tournai (Beffroi), el más antiguo de Bélgica, como la catedral de Notre-Dame están incluidos en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco. La catedral (ahora sometida a una completa restauración), imponente construcción de arte románico y de arquitectura gótica, es célebre por sus cinco campanarios así como por su tesoro, especialmente su cofre de Notre-Dame, una de las siete maravillas de Bélgica.
Importante ciudad artística, cuenta con varios museos como los de Folklore, Beaux-Arts, Tapisserie, Histoire et Arts Decoratifs, Archeologie o Histoire Naturelle. Otros puntos de interés son las iglesias de Saint-Piat, Saint-Brice, Sainte-Marie Madeleine, San Nicolás y Saint-Jacques; la plaza de Reine Astrid; y el conocido Pont des Trous, el resto más importante de las antiguas murallas.

TOURNAI, CIUDAD REGIA

La decadencia de la autoridad romana en las Galias facilita en el siglo V el establecimiento del pueblo germano de los francos,  gobernado  por dinastía  merovingia desde mediados del siglo V hasta 751, que en su apogeo, ejercerá el control de un extenso territorio que comprendía  las actuales Bélgica, Luxemburgo y Suiza,  la casi totalidad de los Países Bajos,  de Francia y de Austria, y la parte occidental de  Alemania. Fue la primera dinastía duradera en el territorio de la Francia actual.

De entre todas las tribus en que se dividían los francos, fueron los salios, asentados dentro del  limes (frontera) como pueblo federado ocupando la Galia Bélgica, los que lograron eliminar toda competencia y asegurarse el dominio para sus líderes: primero, aparecen como «reyes de los francos» en el ejército romano del norte de la Galia; luego, hacia 509, y encabezados por  Clodoveo I ya habían unificado a todos los francos y galorromanos del norte bajo su dominio; y, finalmente, desde su establecimiento inicial en el noroeste de la actual Francia, Bélgica y los Países Bajos, se extendieron conquistando las antiguas diócesis Romanas, Viennensis y Galliarum, previamente ocupadas por otros reinos germánicos;  derrotaron a los visigodos en 507,  a los burgundios en 534 y extendieron su dominio a Raetia. los pueblos no romanizados de alamanes, bávaros, turingios y sajones, aceptaron su señorío.

La dinastía merovingia surgió de la aristocracia franca. Los francos, reunidos en liga desde el siglo III d.C., se habían ido asentando gradualmente en el noreste del  Imperio Romano, especialmente en la Galia Bélgica Galia, donde se arraigaron los antepasados ​​de los merovingios. Tras la caída del Imperio romano de Occidente, algunas familias enriquecidas por su servicio a Roma, adquirieron un poder local significativo. Una de ellas, la de Meroveo, emergerá y establecerá la primera dinastía real franca.

El nombre dinástico, en  latín medieval Merovingi o Merohingii deriva del rey  Meroveo a quien rodean muchas leyendas. A diferencia de las genealogías reales anglosajonas, los merovingios nunca afirmaron descender de un dios, ni hay evidencia de que fueran considerados sagrados. El pelo largo de los merovingios los distinguía entre los pueblos francos, que por lo general se cortaban el pelo. Los contemporáneos a veces se referían a ellos como los «reyes de pelo largo o cabelludos» (en latín reges criniti). Un merovingio a quien se le cortara el pelo no podía gobernar, y un rival podía ser eliminado de la sucesión siendo tonsurado y enviado a un monasterio.

El primer rey merovingio conocido fue Childerico I, fallecido en 481. Su hijo Clodoveo I (r. 481-511), aliado con los francos ripuarios, instalados en los ríos Rin y Mosela, fue quien con sus campañas militares, agrandó verdaderamente el reino entre 4863​ y 507 y unió a todos los francos, conquistando la mayor parte de la Galia. Esa expansión fue posible por su conversión al cristianismo ortodoxo, por oposición a la herejía arriana, y su bautismo en Reims hacia el 496​ lo que le granjeó el apoyo de la aristocracia galorromana y de la Iglesia occidental. ​ Instaló la capital en Paris en 507. A su muerte el reino fue dividido entre sus cuatro hijos varones, según la costumbre germánica: ClotarioI, fue rey de Soissons (511-561), luego de Reims (555-561) y de los francos (558-561)); Childeberto I, fue rey de París (511-558);Clodomiro, rey de Orleans (511-524); y Teodorico I, rey de Reims (511-534). El reino permaneció dividido, con la excepción de cuatro períodos cortos (558-561, 613-623, 629-634, 673-675), hasta 679. Después de eso, solo se dividió una vez más (717-718). Las principales divisiones del reino darán origen a  Austrasia, Neustria, Burgundia y Aquitania.

Durante el último siglo del dominio merovingio, el poder lo ejercerá la aristocracia franca y sobre todo los  mayordomos de palacio  (major domus), funcionarios del más alto rango bajo el rey. Uno de los o más famosos, Carlos Martel, rechazó en 732 a un ejército musulmán en las cercanías de Poitiers, considerando los historiadores que la batalla fue decisiva e impidió la conquista de toda Europa.  Su hijo Pipino el Breve, coronado en 754 por el papa Esteban II en la abadía de Saint Denis,  depuso al último rey merovingio,  Childerico III y se hizo elegir rey entre los guerreros francos,  inaugurando la dinastía carolingia . A partir de la coronación imperial de Carlomagno en el año 800, la denominación historiográfica habitual del reino franco pasará a ser de Imperio Carolingio.

Facsímil del anillo del rey franco Childerico - Orígenes de Europa

 

EL TESORO FUNERARIO DEL REY CHILDERICO

Durante la remodelación de un pequeño edificio aledaño a la iglesia de Sant-Brice, en Tournai (Bélgica), emprendida en mayo de 1653, uno de los obreros encontró un tesoro extraordinario: 300 monedas de oro y de plata, armas —una gran espada, un scramasax y una lanza—, un valioso brazalete, un broche típico del mundo romano, una cabeza de caballo y joyas de cloisonnée, rellenas de piedras preciosas. Pero quizá la pieza más llamativa desenterrada fue un anillo, también de oro, en el que estaba grabado un retrato y un nombre: «Childerici regis«.

Por pura casualidad se había hallado la tumba de Childerico, uno de los primeros soberanos del pueblo de los francos —aliados de los romanos. El descubrimiento era sensacional, y el archiduque Leopoldo Guillermo, gobernador de los Países Bajos en nombre de Felipe IV, reclamó los vestigios y encargó su estudio a Jean-Jaques Chifflet, su médico personal y un hombre sabio.

La arqueología, a mediados del siglo XVII, era un utopía, pero el erudito logró armar en poco más de un año un trabajo monumental de casi 400 páginas, con rigurosos dibujos sobre los objetos recuperados. Pero se olvidó de un dato básico que en el futuro generaría más de un quebradero de cabeza a los investigadores: señalar la localización exacta del enterramiento. En 1656 el tesoro es enviado a manos del emperador Leopoldo I, quien se lo regala a su colega francés Luis XIV como pago por la ayuda recibida durante la campaña de Hungría contra los turcos.

Abejas de oro que formaban parte del ajuar de Childerico - Orígenes de Europa

 

El maniático Rey Sol destinó las reliquias al Museo del Louvre, donde se conservarían un tiempo hasta su traslado a la Biblioteca Nacional. Incluso Napoleón utilizó las cigarras de oro para ornamentar su manto el día de su coronación imperial, el 2 de diciembre de 1804. Sin embargo, la historia dio un giro dramático la madrugada del 5 al 6 de noviembre de 1831: un grupo de conocidos ladrones se coló en el edificio y robó las piezas que formaban parte del ajuar de inestimable valor histórico. Para cuando fueron detenidos ya habían convertido parte de los elementos de oro en lingotes y arrojado el resto al fondo de río Sena. Una mínima parte del botín pudo ser recuperada, y hoy en día se exhibe en el Cabinet de Médailles de la institución parisina.

A pesar de la aciaga pérdida, la importancia del hallazgo, que el arqueólogo italiano Andrea Augenti recoge en su reciente libro De Lucy a Medina Azahara: 10 grandes descubrimientos arqueológicos (Alianza), se hizo más evidente con el paso de las décadas. Sobre todo cuando trescientos años después, entre 1983 y 1986, el investigador belga Raymond Brulet realizó nuevas excavaciones en Tournai. Además de localizar de nuevo la tumba de Childerico, que estuvo cubierta con un túmulo funerario, documentó un gran cementerio datado hacia la mitad del siglo V, es decir, algo anterior al fallecimiento del líder franco, registrado en 481, y que siguió vigente hasta principios del siglo VII.

Interpretación del tesoro

Estos nuevos datos —el arqueólogo y su equipo hallaron tres grandes fosas que conservaban los restos de cuatro, siete y diez caballos respectivamente, todos con evidencias de ser sacrificados con un tajo a la altura de la garganta—, sumados a los relatos de las fuentes históricas, revelaron un cuadro mucho más complejo que un enterramiento esporádico. Porque como explica Augenti, «el arqueólogo no es un cazador de tesoros, sino un historiador que interroga los objetos —incluso a los más sencillos, como un simple fragmento de cerámica— con el fin de reconstruir el pasado». El contexto es tan importante como los propios vestigios.

Según narró el historiador Gregorio de Tours en su obra Historia de los francos, escrita en el siglo VI, Childerico, de joven, había tenido que disputar el trono con un tal Egidio. Su enemigo murió, pero dejaría un hijo, de nombre Siagrio, que rivalizaría con su heredero Clodoveo. A la muerte del rey y tras dos décadas de paz, se abrió un panorama incierto: la sucesión no estaba garantizada. Por eso su familia reivindicó públicamente el poder a través de un funeral monumental, con tesoros que simbolizan la autoridad del difunto y su estatus social.

Museo Arqueológico de Tournai - Orígenes de Europa

 

Musée d’Archeologie (Rue des Carmes, 8) [Web oficial]: El Museo de Arqueología ocupa el antiguo Mont-de-Piété, construido por Coebergher en 1622. Sus colecciones ilustran los periodos galo-romano, merovingio, prehistórico y protohistórico. En la sección galo-romana, se exhibe un rico conjunto de cerámica, cristalería y un sarcófago de plomo (siglos III-IV), al igual que un pozo romano horadado en un tronco de roble. En la sección merovingia, destacan los objetos descubiertos alrededor de la tumba real de Childerico (exhumada en 1653). En el patio está el Museo Lapidario, donde se pueden ver estatuas del campanario, un pórtico renacentista del siglo XIV y varias lápidas. En los palacetes renacentistas se pueden contemplar tapices, uno de ellos de 1483, muebles, porcelanas, cerámicas de Tournai de del siglo XVIII, bronces y orfebrería de estilo Imperio.

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Información de la localidad

Rue des Carmes 8, 7500 Tournai, Bélgica
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BibliografíaBordonove, Georges (1988). Clovis et les Mérovingiens. París: Pygmalion. ISBN 978-2-7564-0244-4
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Monumento o lugar a visitarMuseo de Arqueología
EstiloLa sección galorromana expone las excavaciones de la gran necrópolis que se extiende desde la Grand Place hasta la Rue Perdue, e incluye un sarcófago de plomo y decorado, único en Bélgica, como pieza principal.
La sección merovingia exhibe principalmente los resultados de las excavaciones de dos cementerios: el del Parque del Ayuntamiento y el del barrio Saint Brice.
Tipo
Época
Estado de conservación
Dirección
Coordenadas GPS50.869620222406915, 3.399877641596006
Propiedad, dependencia
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