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Conjunto episcopal de Tarrasa

España, Tarrasa (Barcelona)

Conjunto episcopal de Tarrasa

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Tarrasa, la antigua Egara, fue sede episcopal en la época visigodo, entre los años 450 y 711. Este conjunto de tres iglesias, la catedral dedicada a la Virgen María, el Baptisterio a San Miguel, y la iglesia parroquial de San Pedro, era tradicional en los obispados de aquellos tiempos, por lo que aunque construidas sobre restos de edificaciones anteriores y en parte reconstruidas en el periodo románico, son consideradas de esa época en que fue obispado.

Todo el Conjunto Episcopal de Tarrasa fue declarado Monumento Nacional en 1931 y bien de interés histórico-artístico en 1985.

Tarrasa, la antigua Egara, ha existido como núcleo de población desde antes de la dominación romana y se mantuvo en los siglos siguientes como un centro de importancia en la zona. En ella se han encontrado restos de construcciones de épocas romana, paleocristiana, visigoda, carolingia y románica, así como pinturas de algunas de esas fases y posteriores. Sabemos que fue erigida en diócesis independiente hacia el año 450, en la primera fase de la monarquía visigoda, y que el obispado se mantuvo hasta la invasión árabe pero, aunque después de la reconquista carolingia parece que conservó su carácter de capital del Vallés, no volvió a ser sede episcopal.

En este interesante entorno histórico se conserva un conjunto de tres construcciones religiosas en la que se mezclan restos de todas las épocas mencionadas, situado en una pequeña meseta formada por la confluencia de dos torrentes. En la actualidad nos encontramos con dos iglesias con forma de cruz latina, Santa María y San Pedro, y una tercera, San Miguel, cuya planta es una cruz griega enmarcada en un cuadrado del que sobresale un ábside en el costado oriental, que está situada entre las dos anteriores y de la que existen pocas dudas de que se trata de un baptisterio. Estos tres edificios, aunque son de estructura muy diferente y se observa claramente que han sufrido importantes modificaciones desde su construcción hasta el S. XII, reúnen un importante conjunto de características comunes, que hacen recomendable un primer estudio de conjunto antes de describir las características actuales de cada uno de ellos por separado.

En el plano general adjunto se observan los resultados de varias campañas de excavaciones arqueológicas parciales que se han efectuado en la meseta a lo largo del siglo XX, enfocadas principalmente a la zona de Santa María y su entorno. Considerando los resultados de las excavaciones y las diferentes etapas que se conservan en los edificios actuales se podrían definir varios periodos constructivos que, de mayor a menor antigüedad y con todas las reservas que se deben tener en un tema tan complicado, vamos a intentar resumir a continuación:

  • Una villa romana, de la que además se conservan algunos restos de decoración e inscripciones que datan su existencia al menos desde el siglo II.
  • Un primer edificio cristiano, basilical de tres naves, de 9,40m de ancho, considerado de los primeros tiempos del cristianismo en la región.
  • Una basílica que estaba situada en parte por delante de la actual Santa María, y en parte debajo de ella, orientada hacia el este como los edificios que han llegado hasta nosotros, y un baptisterio exterior, evidentemente contemporáneo de ella, situado al este de la basílica, por delante de su ábside y que en la actualidad se encuentra dentro de Santa María. Ambas se consideran de la misma época en que se creó la sede episcopal de Egara.
  • De la cuarta fase, en la que pensamos que se construyó la base del conjunto episcopal actual y cuya fecha de edificación es muy discutida e intentaremos estudiar posteriormente, se conservan el ábside y parte del crucero de Santa María que tenía forma de basílica de tres naves – hoy desaparecidas – de 18,5m de largo. Son también de esta fase el edificio completo de San Miguel y el ábside, todo el crucero y el comienzo de la nave actual de San Pedro, que también sería de tres naves.
  • Finalmente, consideraremos como última fase todas las modificaciones que sufrieron los tres edificios a partir del año 1.000, consistentes al menos en las naves actuales de Santa María y San Pedro y posiblemente parte de los elementos de soporte y de cobertura de todas ellas.

Dejando a un lado la villa romana y la iglesia primitiva, de las que hay poca información y cuyos periodos de construcción en principio no corresponden al objeto de nuestro trabajo, nos ocuparemos fundamentalmente de los dos periodos siguientes, los de mayor interés y que sin duda forman parte del Arte Prerrománico Español.

Interior de San Miguel de TarrasaEl conjunto que hemos considerado como contemporáneo a la creación del obispado de Egara, es decir, de la segunda mitad del siglo V, estaba formado por una basílica y un baptisterio. La primera era de una sola nave, de forma rectangular de 15X8,5m, con un ábside también rectangular en su exterior, aunque con forma de trapecio en el interior, de muros muy gruesos, situado en el centro del costado oriental, otro semicircular en el meridional y posiblemente un tercero simétrico al anterior en el costado norte. En el suelo de la nave se conservan restos de un gran mosaico de poca calidad y, tanto en los ábsides como en otros lugares de la iglesia y en su exterior, han aparecido varios sarcófagos y restos de otros enterramientos. El baptisterio era de forma octogonal, semejante al que se ha excavado en la basílica de Barcelona, y contenía una pila bautismal de cuatro lados convexos y los siete escalones tradicionales que definía la liturgia de ese periodo. El conjunto de una basílica y un baptisterio exento fue muy habitual en España en el siglo V y comienzos del VI, dentro del grupo de basílicas paleocristianas como la ya indicada de Barcelona y las de Son Bou (Menorca), Son Peretó (Mallorca), Aljezares (Murcia) ó Idhana a Belha en Portugal entre otras. Sin embargo, el hecho de que fuera de una sola nave con varios ábsides, el principal de una forma poco habitual, y la existencia de enterramientos dentro y en los alrededores de la iglesia, algunas de cuyas características podemos encontrar en La Cocosa (Badajoz), Vega de Mar (Málaga) o Torre Palma (Portugal), nos hacen pensar en que también presenta influencias del estilo norteafricano.

Es al intentar estudiar las edificaciones del cuarto periodo cuando encontramos las características más interesantes, pero a su vez las mayores dudas a la hora de analizar su origen y las distintas fases constructivas, que nos presenta. Antes de pasar a describir cada una de ellas, en su conjunto hay una serie de hechos que es importante destacar previamente:

    • El conjunto episcopal. Como hemos definido, se trata de dos iglesias y un baptisterio, con la misma orientación y de ejes paralelos, diseñadas evidentemente como un único conjunto. Este tipo de grupos de edificios religiosos era bastante habitual, tanto en oriente como en el occidente europeo. Generalmente estaban formados por una iglesia catedral, un baptisterio y una tercera iglesia martirial o parroquial, que en Tarrasa serían respectivamente Santa María, San Miguel y San Pedro. Podemos encontrar conjuntos de este tipo y época en Salónica (Grecia), Parenzo y Grado (Italia) y Primuliac (Francia). También los encontramos en Vich y Ausona, ambas del S. IX, y existe información sobre su existencia muy anterior en Évora y posiblemente en Toledo y Mérida, ambas de época visigoda.
    • Las características constructivas. El tipo de aparejo es muy regular, a base de sillares pequeños alternados a veces con ladrillos y utilizando en algunos casos grandes sillares bien escuadrados en las esquinas. En la cubierta se intercalan tejas planas con curvas y un detalle a tener en cuenta es la utilización de ánforas romanas en el interior de la bóveda de Santa María. Esta forma de construcción era ya conocida en la arquitectura romana y paleocristiana, muy poco utilizada en los edificios visigodos que se han conservado, pero habitual en el arte carolingio.
    • La forma de los ábsides. Un detalle que nos parece de gran importancia a la hora de intentar estudiar la fecha de construcción de las tres iglesias, es la curiosa diversidad de formas que muestran sus tres ábsides, ya que mientras la planta del de Santa María es de arco de herradura inscrito en un cuadrado, muy semejante a los de San Fructuoso de Montelios, la del de San Pedro tiene forma trilobulada, muy habitual en construcciones cristianas de los siglos V y VI y que recuerda a la planta del Martirium de La Cocosa (Badajoz), mientras que la del de San Miguel es también interiormente en forma de herradura, pero de exterior poligonal, algo muy poco habitual en el arte altomedieval europeo, pero que podría ser una tradición local, ya que se ha encontrado una planta semejante en los restos de una iglesia visigoda descubiertos en el claustro de San Cugat del Vallés. En los tres casos se trata de ábsides de planta ya conocida en edificios anteriores a la invasión árabe, dos de ellos en forma de herradura y con la particularidad añadida de que el arco de acceso y algunas ventanas que se han conservado tenían también forma de herradura. lo que en cierta forma los aleja de una datación inicial de época carolingia y hace más probable situarlos en pleno S. VII visigodo.
    • La decoración pictórica. Consiste en los frescos existentes en las cúpulas de los ábsides de Santa María y San Miguel, y en un retablo añadido en la iglesia de San Pedro, tapando una ventana en arco de herradura pronunciada que se conserva aún en el exterior de la iglesia. En las dos primeras su distribución es en círculos concéntricos, de una forma semejante a los de la cúpula de Centcelles, pero con motivos religiosos que nos recuerdan a la miniatura mozárabe y que, desde nuestro punto de vista, serían del S. X o principios del XI. En el caso de San Pedro, el retablo contiene seis arcos de medio punto, sobre columnas y capiteles, y la decoración pictórica, que parece algo posterior, está dentro y alrededor de los arcos. Además después de la reconstrucción del S. XII se añadieron unos interesantes frescos románicos.
    • Los acontecimientos históricos. Como hemos visto, el obispado de Egara sólo existió entre la mitad del S. V y la invasión árabe y debió llegar a su mayor apogeo a lo largo del S. VII, ya que en los concilios de ese siglo existen múltiples referencias a sus sucesivos obispos. Después de la reconquista no volvió a tener nunca la misma importancia dentro de la Iglesia catalana. Si observamos, en paralelo con su historia, las diferentes fases constructivas, nos encontramos con un primer conjunto de iglesia y baptisterio, que pensamos que corresponde a su primera época como obispado. Después aparece un conjunto episcopal de gran importancia y, por último una reconstrucción de parte de dos de las iglesias y muy posiblemente de todo el sistema de cobertura de la tercera. Pero en esta reconstrucción, posterior al ataque en que Almanzor arrasó gran parte de Cataluña en el año 985, se reduce el tamaño de dos de ellas, que pasan de tres a una nave, a la vez que se acorta la que había sido iglesia catedral, suponemos que porque ya no le correspondía ese rango.

De acuerdo con las características comunes que hemos expuesto y de las particulares de cada una de las tres iglesias, cuyo análisis incluimos en las fichas de Santa María, San Miguel y San Pedro, y basándonos fundamentalmente en los hechos históricos, que permiten asociar la construcción de lo que no parece que haya dudas de que se trata de un conjunto episcopal con la existencia de un obispado, parece como más probable que el Conjunto Episcopal de Tarrasa, tal como ha llegado hasta nosotros, haya pasado por las siguientes cuatro etapas:

1- Creación del Obispado de Tarrasa: Primer conjunto episcopal, formado por la basílica de una nave y el baptisterio octogonal que han aparecido en las excavaciones. Segunda mitad del S.V.

2- Apogeo del Obispado: Construcción del segundo conjunto episcopal, dos basílicas de tres naves y un baptisterio. Finales del S. VII.

3- Asentamiento de la Marca Catalana: Decoración pictórica al menos de los ábsides de Santa María y San Miguel. Siglos IX ó X.

4- Reconstrucción Románica: Motivada posiblemente por la destrucción de parte del conjunto en tiempos de Almanzor, que parece que afectó especialmente a las naves de las dos basílicas – quizá de cubierta plana en madera – y a parte del sistema de cobertura de San Miguel, se restauraron los daños completando la parte que se había salvado, pero reduciendo las basílicas de tres a una nave, rehaciendo parte del sistema de soportes de San Miguel y añadiendo del retablo de San Pedro. Principios del S. XII.

ALTOMEDIEVAL

Información de la localidad

Conjunto episcopal de Tarrasa
Monumento o lugar a visitarConjunto episcopal de Tarrasa
EstiloVisigodo
TipoConjunto episcopal
ÉpocaS. V a X
Estado de conservaciónMuy bueno
DirecciónTarrasa, Barcelona
Coordenadas GPS41.566944, 2.018611
Propiedad, dependencia
Posibilidad de recibir visitas de público en general o solo especialistas
Público en general
Necesidades de conservación
Horarios y condiciones de visita
Consultar
Importe entrada
Consultar
Trabajos de investigación en realización
Accesibilidad
Señalización si está inscrito en la ruta
Bibliografía
Historia de España de Menéndez Pidal: Tomo III
SUMMA ARTIS: Tomo VIII
L’Art Préroman Hispanique: ZODIAQUE Ars Hispanie: Tomo II
Los Templos Visigótico-Románicos de Tarrasa: F. Torrella Niubó.
VídeosYoutube
Webarteguias.com
LocalidadTarrasa (Barcelona)

© Fuente: Visualizador cartográfico Iberpix. IGN

 

© Fuente: Ortofoto PENOA. Visualizador cartográfico Iberpix. IGN

LugarTerrassa
SituaciónCoordenadas geográficas: N 41°33′40″/ 2°00′29″E
Altitud sobre el nivel del mar: 286 m
UbicaciónSituada al sur del macizo de Sant Llorenç del Munt sobre la riera de las Arenas. Tarrasa se encuentra situada a unos 20 km de la ciudad de Barcelona y es ciudad vecina de Sabadell.
Municipio Terrassa
Comarca Vallés Occidental
Provincia de Barcelona
Comunidad Autónoma Cataluña
Paisaje natural38.09VALLES OCCIDENTAL Y BAIX LLOBREGAT
Tres grandes unidades configuran el paisaje: Una planicie inclinada la Plana del Vallés en el entorno de la Sierra de Sant Llorenç del Munt presentando un gran corredor ecológico de importantes áreas verdes protegidas, delimitado por la Sierra prelitoral y la Sierra Transversal Vallesana.
Presenta un relieve llano, marcado por la sucesión ondulada de valles y suaves cumbreras dispuestas de forma paralela por la que pasan los principales tributarios del Besós. La cubierta forestal, fundamentalmente pinares y encinares, se encuentra arrinconada en determinadas cumbreras o en ámbitos territoriales concretos como Colobrers -ríe Tort o el entorno de Palaudàries. Los usos del suelo principales son los campos de cultivo -fundamentalmente de secano- en los espacios de cumbrera y los espacios urbanizados (zonas residenciales, infraestructuras, etc.) compacto y complejo, se localizan en los fondos de valle, continuación con la Región Metropolitana de Barcelona.
La vegetación en los macizos corresponde a la encina litoral, ocupado en buena parte por pinares calcícolas de pino carrasco, y el del encinar de interior o montano con algunas umbrías cubiertas por bosques de caducifolios.
Paisaje culturalSe produce una peculiar combinación de valores históricos y resulta un paisaje valioso no sólo por los elementos puntuales sino por el conjunto. El vallés es tierra de masías. Por otra parte, presenta un patrimonio industrial y natural de la ciudad que merece ser preservado (Chimeneas industriales o fábricas en desuso). Se busca valorizar el patrimonio ordinario e histórico de los barrios, relacionado con los juegos olímpicos de 1992. Disponibilidad de espacios baldíos con posibilidad de rehabilitación. También los tejidos de «ciudad jardín» ligados a los ferrocarriles de Barcelona.
La candidatura de la Seu d'Ègara inició el proceso para ser inscrita en la Lista Indicativa de Patrimonio Mundial de la UNESCO (2015). El Festival de Jazz, la Feria Modernista, los productos tradicionales y ecológicos de Terrassa Gastronómica, el hockey, las temporadas de danza, música y teatro, las exhibiciones castelleras o el golf completan una amplia oferta para disfrutar de una ciudad dinámica y de servicios.
Pintores como Joan Vila-Puig -conocido como el pintor de los pajares-, o Joaquim Mir, han ensalzado determinados atributos rurales de la Plana del Vallès desde el siglo XIX, momento en que estaba dejando de ser meramente rural y agrario para convertirse en urbano e industrial, por tanto, propia de una reacción nostálgica.
Más allá de la valoración artística, está el legado del movimiento ecologista y de la tradición excursionista y últimamente, a raíz de diferentes conflictos surgidos en la comarca, se ha recreado un ideal paisajístico socialmente compartido en el que la identidad de la llanura vallesana está muy bien definida y se asocia a determinados elementos: colinas onduladas, mosaico agroforestal, etc. Los lugares donde se mantiene este paisaje tienen, por tanto, un alto valor identitario y en este sentido debe entenderse que a su alrededor hayan surgido elaboraciones culturales avanzadas, con propuestas de ordenación y gestión serias asociadas, como la idea de Vías Verdes del Vallés (VVV) o del Parque agrario del Vallès (PAV).
Región BiogeográficaMediterránea
HidrografíaLa riera de las Arenas, termina en el río del Llobregat Comprende la Cuenca del Llobregat que forma parte de las Cuencas Internas de Cataluña.
ClimatologíaEl clima es mediterráneo subhúmedo, con tendencia a continental. Las temperaturas medias son entre 14 y 15 ºC de media anual-, los inviernos tienden a ser más fríos y los veranos más calurosos que en la franja litoral. Las precipitaciones son menos de 600 mm.
Espacios protegidosRed Natura 2000
Sant Llorenç del Munt i l'Obac
Montserrat-Roques Blanques-riu Llobregat

Área importante para la conservación de especies y de la biodiversidad:
Serralades Prelitorals de Barcelona
Riqueza de especiesEntre 111 y 142 (De menos de 50 a más de 140)
CultivosHerbáceos de secano, es decir, cereales y forrajes y la pequeña huerta de subsistencia. Olivar en secano y viñas poco representados.
Riesgos sobre el patrimonio natural1. Frecuencia de incendios forestales 2006-2015: 85 (Escala de intensidad: de 1 a más de 501)
2. Erosión de cauces: Medio (De muy bajo a muy alto)
WebgrafíaMinisterio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Visor del Banco de la Naturaleza
https://sig.mapama.gob.es/bdn/

Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Visor Sistema de Información Geográfica de Datos Agrarios
https://sig.mapama.gob.es/siga/

Visor del Mapa Urbanístico de Cataluña (MUC). Disponible en
http://ptop.gencat.cat/muc-visor/AppJava/home.do

Mapa del Patrimonio Industrial de Catalunya/Barcelona:
https://150elements.mnactec.cat/?s=&where=&company_category=activitats-preindustrials&cat=&search_simple=Cerca

Paisaje sonoro de Barcelona:
https://barcelona.freesound.org/
BibliografíaSala i Martí, Pere; Grau i Oliveras, Jordi; Departamento de Territorio y Sostenibilidad y Observatorio del Paisaje de Cataluña (eds.) (2017). Catàleg de paisatge. Regió Metropolitana de Barcelona. Barcelona: Generalitat de Cataluña. Departamento de Territorio y Sostenibilidad
http://www.catpaisatge.net/esp/catalegs_presentats_B.php

VV.AA. (2004): Atlas de los paisajes de España. Madrid, Ed. Ministerio de Medio Ambiente.
Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación: Mapa de Cultivos y Aprovechamientos de España a escala 1:50.000 de los años 2000-2010, Antiguo Ministerio de Agricultura, ahora Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA),
IGN (2019): España en mapas. Una síntesis geográfica. Compendios del Atlas Nacional de España.
 

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