Conjunto Monumental de Centcelles

Se trata de una villa romana con inicios en el Alto Imperio, que durante el Bajo Imperio adaptó una de sus estructuras como Mausoleo paleocristiano, constituyendo así un monumento con una impresionante cúpula decorada con mosaicos de tema cinegético, personificaciones de las estaciones del año, y varias escenas del Viejo y Nuevo Testamento (Daniel en el foso de los leones, el buen pastor, el arca de Noé, el ciclo de Jonás, la resurrección de Lázaro, etc.), distinguiéndose también varios personajes entronizados y togados. Todo ello se ha fechado entre los siglos IV y V (actualmente la investigación parece decantarse por inicios del s. V). Su interpretación iconográfica –y por ende también la identificación de su propietario, que se ha supuesto representado en una de las partes perdidas del mosaico– siguen siendo objeto de polémica y discusión, aunque no cabe ninguna duda de la importancia e influencia que debió ostentar el personaje allí enterrado. Entre la diversidad de propuestas interpretativas (aún abiertas y algunas no excluyentes entre ellas) del monumento se incluyen las de: baptisterio, termas monumentales, villa aristocrática, mausoleo de un gran dominus laico o de un obispo, mausoleo imperial de Constante (hijo de Constantino –el lugar donde se emplaza el monumento tiene el sugerente topónimo de ‘Constantí’), e incluso pretorio militar.

El monumento fue ‘descubierto’ en 1959 y adquirido por el Instituto Arqueológico Alemán de Madrid, quien lo estudió, lo excavó y lo puso en valor. Hasta aquel entonces, la estructura había sido primero iglesia y luego una masía, y la sala de la cúpula se había dividido en tres plantas. En el año 1978 el monumento fue cedido al Estado Español.

El monumento aparece referenciado como iglesia del pueblo de Centcelles en la documentación medieval, y fue capilla dedicada a San Bartolomé hasta el siglo XIX. Ello señalaría que probablemente el lugar debió revestir un carácter religioso que se remontaría a la Antigüedad y que emanaría del personaje allí enterrado

ANÁLISIS FORMAL

El monumento/yacimiento arqueológico se ubica en un lugar estratégico, a unos escasos 5 km quilómetros al Noroeste de de Tarraco y al pie de una de las vías que llevaban hacia el interior peninsular.

Como ya se ha dicho, Centcelles es conocido principalmente por su mosaico en cúpula parcialmente conservado y ha sido profusamente estudiado en base a la iconografía de este elemento artístico único, ubicado en la conocida como ‘sala de la cúpula’, una sala circular de 10’70 m de diámetro y 13’60 m de altura que se considera el espacio más importante y representativo del conjunto. Además del mosaico y de decoración pictórica (se conservan algunos restos muy fragmentarios de pintura), la sala disponía de calefacción mediante el sistema de hipocausto y tenía una pequeña cripta a dos niveles donde se ubicaría el sarcófago (hoy desaparecido) del personaje allí inhumado.

El mosaico de la cúpula se distribuye en cuatro bandas circulares separadas por cenefas. La primera, la que ocupa la cúspide de la cúpula, contiene dos personajes prácticamente perdidos que se encontrarían dentro de un medallón central. A continuación una segunda banda contiene las personificaciones de las cuatro estaciones, que se alternan con escenas de personajes entronizados ricamente vestidos con dalmáticas en oro y púrpura (¿escena con personajes imperiales?). La tercera banda es la que reúne algunas de las escenas bíblicas: un total de 16, separadas entre ellas por columnas salomónicas. La cuarta y última banda, la longitudinalmente más extensa (34 m) contiene diversas escenas de caza y un jinete en posición frontal rodeado por otros cazadores que se ha querido interpretar como la representación del dominus saludando al visitante que accedía a la sala. Además del mosaico, justo por debajo de éste se aprecian restos muy perdidos de pinturas con otras escenas de caza, un paisaje urbano, una mujer con diadema de perlas, y diversos motivos geométricos.

Por lo que respecta a su análisis arquitectónico, el monumento ha sido bastante menos estudiado. El conjunto lo forman una serie de sólidas estructuras con varias fases constructivas siempre dentro de la cronología romana, que en origen (Alto Imperio) habrían tenido carácter exclusivamente residencial, y al que posteriormente (Bajo Imperio) se le añadiría una función funeraria de marcado carácter cristiano (a tenor de los mosaicos) y centralizada en la sala más importante del complejo residencial. Un atrio daba acceso a varias de estas salas y habitaciones, así como a un conjunto termal de una importante monumentalidad, al que posteriormente se le añadió un segundo conjunto termal de menor entida

El monumento/yacimiento arqueológico se ubica en un lugar estratégico, a unos escasos 5 km quilómetros al Noroeste de de Tarraco y al pie de una de las vías que llevaban hacia el interior peninsular.

Como ya se ha dicho, Centcelles es conocido principalmente por su mosaico en cúpula parcialmente conservado y ha sido profusamente estudiado en base a la iconografía de este elemento artístico único, ubicado en la conocida como ‘sala de la cúpula’, una sala circular de 10’70 m de diámetro y 13’60 m de altura que se considera el espacio más importante y representativo del conjunto. Además del mosaico y de decoración pictórica (se conservan algunos restos muy fragmentarios de pintura), la sala disponía de calefacción mediante el sistema de hipocausto y tenía una pequeña cripta a dos niveles donde se ubicaría el sarcófago (hoy desaparecido) del personaje allí inhumado.

El mosaico de la cúpula se distribuye en cuatro bandas circulares separadas por cenefas. La primera, la que ocupa la cúspide de la cúpula, contiene dos personajes prácticamente perdidos que se encontrarían dentro de un medallón central. A continuación una segunda banda contiene las personificaciones de las cuatro estaciones, que se alternan con escenas de personajes entronizados ricamente vestidos con dalmáticas en oro y púrpura (¿escena con personajes imperiales?). La tercera banda es la que reúne algunas de las escenas bíblicas: un total de 16, separadas entre ellas por columnas salomónicas. La cuarta y última banda, la longitudinalmente más extensa (34 m) contiene diversas escenas de caza y un jinete en posición frontal rodeado por otros cazadores que se ha querido interpretar como la representación del dominus saludando al visitante que accedía a la sala. Además del mosaico, justo por debajo de éste se aprecian restos muy perdidos de pinturas con otras escenas de caza, un paisaje urbano, una mujer con diadema de perlas, y diversos motivos geométricos.

Por lo que respecta a su análisis arquitectónico, el monumento ha sido bastante menos estudiado. El conjunto lo forman una serie de sólidas estructuras con varias fases constructivas siempre dentro de la cronología romana, que en origen (Alto Imperio) habrían tenido carácter exclusivamente residencial, y al que posteriormente (Bajo Imperio) se le añadiría una función funeraria de marcado carácter cristiano (a tenor de los mosaicos) y centralizada en la sala más importante del complejo residencial. Un atrio daba acceso a varias de estas salas y habitaciones, así como a un conjunto termal de una importante monumentalidad, al que posteriormente se le añadió un segundo conjunto termal de menor entidad

JORDINA SALES-CARBONELL