Ermita de la Santa Cruz

ERMITA DE LA SANTA CRUZ

La ermita, conocida como ‘de la Santa Cruz’ – que en la actualidad se encuentra en el exterior del recinto monástico de San Pedro de Montes, acotado por una cerca de piedra – formó parte del monasterio ruphianense (posteriormente conocido como San Pedro de Montes) prácticamente desde el mismo momento de su fundación, pues fue erigida – según Valerio del Bierzo – por un discípulo suyo de nombre Saturnino sobre el lugar en el que San Fructuoso solía orar, lugar recordado por una cruz.

La ermita estaba situada, según el Padre Yepes, “a dos tiros de arcabuz de San Pedro de Montes […] encima de un risco sobre el río Oza; conserva hoy en día la memoria de cuando se fundó, por una inscripción que está en piedra, junto al altar, que contiene estas palabras: ERA NONGENTESIMA DECIMA TERCIO CALENDAS OCTOBRIS (era 910, el tercer día antes de las calendas de octubre = 29 de septiembre de 872) IN HONOREM SANCTE CRUCIS, SANCTE MARIAE, SANCTI IOANNIS BAPTISTAE, SANCTI MARTINI, SANCTI IACOBI, SANCTI CLEMENTIS, ERA…”. Estos humildes testimonios epigráficos –que son fundamentales a la hora de reconstruir la génesis de esta “brevi opere”- se encontraban originariamente, según Fray Prudencio de Sandoval, en una “pequeña lumbrera, sobre el altar mayor. Las luces entraban por los dos arcos…” de una modesta ermita que fue sustituida por otra “labrada en el año de 1723 […]”.

Resulta evidente que la ahora conocida como ‘ermita de la Santa Cruz’ actual no es la que alcanzaron a ver (o describieron para ellos) los cronistas, ya que según el testimonio del primero, es la “labrada en el año de 1723 […] en el camino real que va desde el monasterio a la Granja, y a Ponferrada, sobre cuya puerta se colocó la inscripción…”. La ermita original -desconocida en la actualidad desde la perspectiva arqueológica- se encontraba unos 20 metros por encima de la actual. ¿Fue la fábrica de Saturnino un edificio exento o se trató de un ámbito rupestre o cueviforme probablemente completado con construcciones lígneas, de paja, etc.,? Díaz y Díaz ya entró a analizar esta cuestión en profundidad a partir de los textos de San Valerio y llegó a la conclusión de que se trató de un abrigo rocoso, de un espacio rupestre o semirupestre, que relaciona con otros ambientes del norte hispano. No obstante, y basándonos en los textos valerianos, puede que el templum constuido por Saturnino estuviera dotado de una cierta monumentalidad, pues para su construcción contó con la generosa ayuda de los fieles, que le suministraron operarios para la obra. Además, el edificio fue consagrado por el obispo de Astorga, Aurelio, en la década 683-693.

Esta pequeña ermita, labrada en 1722-1723, es la que ahora se encuentra junto al antiguo camino que desde Montes de Valdueza conducía a Ponferrada; una brevi opere erigida a base de mampuesto y lajas de pizarra dotada de cubierta leñosa a dos aguas, planta rectangular y un único acceso abierto en su fachada occidental.

Los restos localizados en la ermita reedificada en 1723 pueden proceder (y la dedicación principal a la Santa Cruz así parece certificarlo) de aquel oratorium erigido por Saturnino, discípulo de San Valerio, y consagrado por el obispo astorgano Aurelio.

Entre los restos del primer edificio erigido por Saturnino – “piezas del arte visigodo” – habría que incluir – según Gómez-Moreno- varias piezas que podrían datarse a finales del s. VII: una (que acaso pudo pertenecer a un cancel) fue recortada a modo de mainel y aparece decorada con tallos serpenteantes; las otras dos fueron talladas a bisel, una con motivos geométricos – círculos y cuadrados – y otra con decoración vegetal – a base de un trenzado de doble tallo y hojas de hiedra -, que fueron reutilizadas a modo de pilastrillas calizas (una haciendo de jamba y otra de umbral).

Y entre los segundos, entre los pertenecientes a una posible edificación altomedieval, cabría destacar una cruz equilátera de cuyos brazos penden las letras alfa y omega y un relieve de 28 x 28 cm. tallado sobre un sillar con restos de policromía rojiza en su fondo. Y, finalmente, un dintel monolítico perteneciente a un pequeño vano ajimezado o ventana bífora del que tan sólo se conserva parte de dos pequeños arcos moldurados incompletos cobijados por alfíz (de 42 cm. de anchura); si este vano geminado era de herradura o de medio punto es algo que desconocemos dado su actual estado. Y también resulta desconocida su procedencia: ¿del oratorium de Saturnino? ¿de la iglesia monástica de Montes?

Y junto a estos restos decorativos aparece, como ya se ha indicado, el conjunto epigráfico al que antes hacíamos mención; por un lado, bajo la cruz alfonsina, sobre los arquillos, y conservando restos de policromía rojiza: AECE SCE CRUCIS. Y en el canto derecho: ECCE [SIGNUM] S[AN]C[TA]E CRUCIS”. Y por otro el tablero granítico, en el que se consignan los santos a los que estaba dedicada la ermita y la fecha de su consagración, el 1 de diciembre del año 904. Todo apunta a que los restos epigráficos conservados proceden de un edificio altomedieval -dedicado a la Santa Cruz y probablemente consagrado el 1 de diciembre del año 904, en tiempos del abad Genadio- del que por el momento no tenemos constancia documental ni arqueológica.

Los restos epigráficos y decorativos descritos fueron parcialmente robados en 2007, y gracias a un proyecto de investigación liderado por el Ayuntamiento de Ponferrada, los originales conservados se custodian en lugar seguro, mientras que en la ermita se reubicaron copias en 3d, idénticas a los originales.