Iglesia Rupestre de Villanueva de Algaidas

DESCRIPCIÓN Y ANÁLISIS FORMAL

Apenas a un kilómetro de la localidad de Villanueva de Algaidas, en la margen izquierda de un afluente del Genil, el arroyo Burriana, encontramos una pequeña iglesia rupestre a la que se accede por la carretera local MA-203 que pone en contacto aquella localidad con Cuevas Bajas. Se trata de una ermita rupestre labrada en roca arenisca. Como quiera que ha venido sirviendo como corral de ganado y que se ha venido encalando reiteradamente, el deterioro del edificio es importante.

Al igual que el ejemplar de Alozaina, se integra en la tipología de iglesias de nave única. Dada su situación, alejada de cualquier núcleo de carácter urbano o semiurbano, se trata de una iglesia rural perteneciente, seguramente, a una comunidad monástica de carácter eremítico.

Consta de dos dependencias conformadas como cavidades artificiales que abarcan un espacio de dimensiones reducidas de apenas 65 m2, precedidas de un reducido atrio que aparece delimitado por una puerta en arco que presenta en su interior un banco corrido. El tránsito entre este espacio y el de la nave principal, la auténtica iglesia, se realiza a través de una puerta en ángulo recto. La nave de ese pequeño templo es de planta rectangular y se cubre con una bóveda semicircular; al fondo se dispone el que sería altar adoptando la forma de hornacina resultante del rebaje de un arco de medio punto en el que a su vez se ha realizado otro rebaje interno asimismo de medio punto. La roca del suelo aparece en este espacio recubierta de solería.

Al pie de la nave, y en el lugar opuesto a la puerta de acceso, se dispone una puerta lateral que da paso a la última de las dependencias, al parecer destinada al baptisterio, ya que aquí aparece una pileta labrada en la roca con un pequeño canalillo de desagüe y en el extremo opuesto un asiento labrado. Adyacente al conjunto aparece excavado el eremitorio o área habitacional de una sola habitación provista de una ventana.

VIRGILIO MARTÍNEZ ENAMORADO