Museo Arqueológico Municipal de Elda

El Museo ocupa, actualmente, la primera planta de la Casa Municipal de Cultura, cuyo edificio es de reciente construcción (año 1983). En ese piso se encuentran la zona de dirección, biblioteca y administración y la exposición museográfica, distribuida en cuatro salas, que se corresponden con La Prehistoria, la Cultura Ibérica, la Romanidad y la Edad Media. En el sobreático se halla la zona de limpieza y tratamiento de los materiales y el almacén.

Desde su ampliación en 2011, cuenta con una sala de exposiciones temporales en la planta baja y con dos salas de exposición permanente en la primera y segunda planta, así como una biblioteca de apoyo a estudiantes e interesados en la materia.

Entre los años 1932 y 1935, Antonio Sempere Rico y otros maestros de escuelas locales y eruditos se interesan en la arqueología, consiguiendo formar una pequeña y primera colección arqueológica en una sala de las entonces Escuelas Nacionales Graduadas (hoy C. P. Padre Manjón). Las piezas reunidas procedían de los yacimientos arqueológicos del Peñón del Trinitario (Bolón) y El Monastil. Con la Guerra Civil las escuelas se desmantelan y desaparece la documentación y la mayor parte de los materiales arqueológicos, aunque un reducido número se salvó y forma parte del actual Museo.

Entre los años 1951 y 1955 se produjeron hallazgos arqueológicos por las actividades de jóvenes aficionados a la arqueología. El hallazgo de enterramientos humanos en la Cueva del Hacha (Petrer), hace que se forme un grupo vinculado con el Centro Excursionista Eldense, cuyo presidente de entonces, Francisco Prat Beltrán, les acogió para formar una sección arqueológica, en el año 1959. Esta sección realizó excavaciones y prospecciones arqueológicas, exposiciones, viajes a museos y yacimientos, charlas, y catalogación de piezas, logrando formar una modesta pero importante colección arqueológica, como recoge el cronista local Alberto Navarro Pastor (1964), germen de lo que sería el actual Museo Municipal.

Si bien en el año 1969 hubo una primera creación municipal del Museo, para evitar que fuera requisado ministerialmente, será en septiembre del año 1983 cuando el Centro Excursionista done al Ayuntamiento su colección y se inaugure el Museo Arqueológico Municipal, siendo su primer y actual director D. Antonio M. Poveda Navarro.

ANÁLISIS FORMAL

El Museo Arqueológico Municipal de Elda (Alicante) se encuentra situado en la Casa de Cultura y acoge importantes muestras y restos de las culturas ibérica, romana y paleocristiana, medieval, moderna y contemporánea. En sus fondos encontramos piezas de cultura material desde el Neolítico al siglo XIX, con excelentes objetos ibéricos y romanos.

Destacan los numerosos materiales arqueológicos de los siglos IV y V dC., principalmente cerámicas llegadas del norte de África y algunas importadas del Mediterráneo oriental, pero es mucho más relevante la excepcional colección de instrumental litúrgico paleocristiano bizantino y godo: patena cerámica con seis cruces, pyxide a torre de marfil con escena de Hércules, cucharilla, cuchillito, campanilla, llave de cofrecito, tampón para marcar la decoración cristiana sobre obleas a consagrar.

Igualmente es notable el material arquitectónico, que como esas piezas citadas procede de la iglesia bizantina y goda de El Monastil (Elda): capitel octogonal como pie y altar bizantino, mesas de altar griega, bizantina (sigmática polilobulada) y latinas (rectangulares), un cancel o celosía, la fenestella confessionis y un relieve con un delfín.

Otros objetos interesantes son metálicos: lamas de coraza de jinete pesado bizantino, cuchillos y objetos de hierro y bronce de caballos (bocados) y jinetes (hebilla y acicate), ponderales bizantinos y tardíos. Se trata de una colección única y difícil de encontrar.

De las piezas expuestas destaca la colección de cerámicas a torno con decoración pintada geométrica, zoomorfa, fitomorfa y antropomorfa, que en gran medida fue fabricada en el taller de El Monastil, relacionado con el estilo pictórico Elche-Archena. Notable es también la muestra de piezas escultórico-arquitectónicas correspondientes a monumentos, probablemente funerarios, entre ellas sobresale parte de una escultura de «sirena».

Otros materiales expuestos son los husos y pesos de telar; las fíbulas, placas de cinturón, ponderales, armas y aperos agrarios. Se puede contemplar, igualmente, una selección numismática ibérica donde destaca la gran presencia de la ceca de Játiva seguida de la de Sagunto.

También se presentan objetos importados del Mediterráneo: cerámicas fenicias, helenísticas de relieves, áticas de figuras rojas, barniz negro ático y etrusco-campaniense; objetos de hueso y de pasta vítrea de origen púnico; etc. Estos materiales proceden de los yacimientos arqueológicos de El Monastil y, en menor medida, de Bolón.

La tercera sala está dedicada al mundo romano y de época visigoda. El material romano se compone de cerámica de uso común, de cocina y de lujo, sobre todo sigillata, además de abundante presencia de envases tipo ánfora. El material metálico de esta época está formado por diversos objetos, como fíbulas, clavos, alfileres, anillos, etc.

Del periodo tardorromano se incluyen objetos cerámicos, de vidrio y metálicos, destacando dos ponderales bizantinos de bronce, todo ello procedente de El Monastil.

Y del Castillo, concretamente de su cisterna, procede el fragmento de sarcófago con la representación bíblica de Jonás, importado de Italia en la primera parte del siglo IV d.J.C.

Como complemento, dispuestos por la sala, se muestran fragmentos de bases de columnas halladas en El Monastil, y en la villa de las Agualejas. Se puede contemplar igualmente una amplia representación numismática con emisiones hispano-romanas, imperiales y tardorromanas.

El período tardorromano, bizantino y visigodo ofrece importantes objetos de El Monastil y de Casa Colorá, momento bien ilustrado con cerámicas comunes de producción local o regional, cerámicas finas africanas y orientales, cerámicas sigillatas paleocristianas grises del sur de Francia, ánforas africanas y del Mediterráneo oriental, lucernas africanas, ponderales de bronce y de plomo de origen bizantino, una píxide de marfil bizantina decorada con la cierva que capturó Hércules, vidrios y monedas; del mismo periodo pero cristiano son el fragmento de tapa de mármol de Carrara con relieves bíblicos de la historia del profeta Jonás engullido por el gran cetáceo, los fragmentos de mármol egeo de un altar, los fragmentos de piedra tallada de una ventanita del ábside de la iglesia, la basa heptagonal y un ajimez, un sillar con una serpiente en relieve, y un sillar de piedra que servía de pileta para contener agua en la misma iglesia; notable es el conjunto de ajuares cerámicos y ornamentales de enterramientos bizantinos de El Monastil, donde junto a cerámicas sobresalen los pendientes, collares y brazaletes de cobre, bronce, pasta vítrea y ámbar, tres anillos de cobre adornados con una letra griega en un caso y una cruz griega en los otros.

Para finalizar, en la cuarta y última sala se han instalado los materiales de tipo árabe, como platos de cerámica bicroma, cerámica gris, y fragmentos de ánforas con decoración estampillada y aplicada en relieve. Presentes están también cerámicas decoradas con la técnica del reflejo dorado, tipo Paterna-Manises, y restos de cerámica común cristiana algo más reciente y de época bastante contemporánea. Éstos restos proceden de distintos puntos del casco antiguo y del Castillo.