San Vicente de Obiols

Situada sobre una loma rocosa y construida a base de muros de gran grosor, consta de una cabecera mozárabe de la segunda mitad del siglo X con un ábside trapezoidal al que se accede por medio de un magnífico arco triunfal de herradura pronunciada y una nave de construcción posterior, abovedada con tres arcos fajones sobre pilastras que sobresalen de los muros. Es muy interesante el ara del altar, con inscripciones en un costado.

Actualmente, San Vicente de Obiols es una iglesia de nave única, con cabecera trapezoidal, prácticamente rectangular, y un transepto bajo y poco desarrollado que crea la percepción de una cabecera triple. Su nave está cubierta por una cercha de hormigón que imita la prerrománica, de madera; mientras que la cabecera y los brazos del transepto se cubren con bóvedas de piedra.

Como en la excavación que se realizó en el subsuelo de la iglesia no aparecieron vestigios de ningún edificio anterior a la actual, las evidencias de su evolución se deben buscar en la variedad de aparatos de construcción y otros elementos que hemos conservado a día de hoy.

Del primer gran templo solo conservamos los grandes bloques de piedra caliza del presbiterio y los brazos del transepto, así como una de las columnas donde apoya el arco triunfal,  y las conservadas en la parte oriental de los brazos del transepto.

Por otra parte, las sepulturas rectangulares dentro de los brazos indican que la iglesia visigótica era de nave única, ya que las tumbas, forzosamente, se tenían que colocar fuera del recinto, a los lados de los muros.

En cuanto a la fecha de esta construcción, hay que tener en cuenta que el aparato de bloques de piedra mencionado antes es poco frecuente en nuestro país, pero propio de otros construcciones hispánicas de época visigoda. Por otra parte, no hay que olvidar el hallazgo de una moneda del rey visigodo Egica (687-702) en una tumba situada frente de la puerta más antigua que se conserva. Esto hace pensar que San Vicente de Obiols es, como mínimo, anterior a la acuñación de aquella pieza (687-695).

El segundo templo es fruto de una reforma importante ejecutada en dos fases consecutivas, entre los siglos IX y X. Primero se construyó la nave actual, con palos de río grandes y medianos unidos con mortero de cal, y algunos años más tarde se levantó la cabecera y los dos brazos del transepto sin absidiolos, creando una forma de cruz latina. Para estas reformas se aprovechan varios bloques de caliza procedentes seguramente de la cabecera visigótica, combinados con pequeños sillares de piedra pómez. Respecto a la documentación de la época, existen algunas referencias a San Vicente, una dentro el acta de dotación de Santa María de Ripoll, del 888 -aunque esta fecha ha sido discutida-, y la otra en el acta de consagración de la iglesia parroquial de Santa María de Avià, del 907. Para constatar esta reforma existen evidencias arqueológicas: las tumbas antropomorfas del sector oriental de la cabecera y de los brazos del transepto. Éstas ponen de manifiesto que, cuando se colocaron, a finales del siglo IX o principios del X, esta parte de la iglesia ya tenía la apariencia actual.

Ya en el siglo XIII el edificio se renovó de nuevo de acuerdo con el estilo románico tardío, destacando el levantamiento de la fachada occidental. A lo largo de los siglos XVII y XVIII se añadieron dos capillas laterales a la nave y la sacristía.