Sant Martí de Baussitges

Para entender en un cuadro más amplio el marco histórico en el que se levantaron estas iglesias, consultar «Las iglesias prerrománicas de los Pirineos Orientales».

La iglesia de Sant Martí de Baussitges fue consagrada el 20 de diciembre del año 946 por el obispo Godmar de Gerona en presencia de Sunyer, obispo de Elna, de Ermenguer, arzobispo de Narbona, y de Gaufred, conde de Ampurias. En el mismo documento, en el que cita como Sancti Martín de Baucigis, se indican los límites territoriales de la parroquia y que la iglesia fue edificada por el presbítero Tredecindus o Teudesind. En 1218, el conde Hug de Empúries cede al priorato de Santa María del Campo la tercera parte del diezmo de esta parroquia. En 1219, en una bula del papa Honorio III es confirmada como dominio de la abadía de San Quirze de Colera. En el Synodales Gerundenses de Romaguera del año 1691, esta parroquia queda anulada. Posteriormente, con el despoblamiento del territorio, la iglesia quedó sin culto y fue abandonada.

Como suele ser habitual en las iglesias mozárabes. la única puerta de acceso al interior del templo se encuentra en la parte occidental del muro sur. Se trata de una apertura de arco rebajado, ligeramente sobrepasado, construida con losas de piedra dispuestas a sardinel. Hay también cuatro ventanas pequeñas y alargadas que iluminan el interior. Son de punto redondo y de un solo sesgo, y están situadas en el muro oeste y de sur de la nave y los lados este y sur del ábside. Encima del muro oeste del edificio se yergue un campanario de espadaña formado por tres grandes pilastras, del siglo XIII, época posterior a la construcción del resto del edificio. El aparejo está formado por pizarra y esquisto, en algunos casos  dispuestos a la manera del opus spicatum, más cuidada en los ángulos. En origen ligados con mortero de cal, y tras la última restauración con cemento.

En 1969 fue dada a conocer por Joan Badia i Homs como iglesia prerrománica en «Tres antigues esglésies de l´Albera», Revista de Palafrugell, VIII, núm. 97, 3-4. Durante los años 1990 y 1991 el Departamento de Cultura y Comunicación, la Diputación de Girona y el Ayuntamiento de Espolla conjuntamente con el Grupo de Arte de Figueres emprendieron un proyecto de consolidación del edificio y de restauración de la cubierta.