Hipogeo de las Dunas de Poitiers

En la Edad del Hierro existió un oppidum galo llamado Limonun (Lodo), habitado por los galos pictones, que a mediados del siglo I a. C. estaban divididos entre los partidarios de Vercingétorix, liderados por Dumamacos, y los partidarios ellos romanos de Julio César, liderados por Duradios. La intervención de los legados romanos Caius Caninius y Caius Fabius inclina la balanza a favor de Roma.

En el siglo I d. C. la población está romanizada y cuenta con un anfiteatro y varios acueductos, así como un complejo termal. En el siglo II pudo ser la capital de la provincia de Aquitania, aunque en el siglo siguiente pasó a Burdeos. En el siglo IV San Hilario evangeliza la zona y se crea un obispado y se erige el baptisterio.

En el siglo V se integra en el reino visigodo de Tolosa, hasta su derrota en la batalla de Vouillé (507). En el siglo VI Santa Radegunda, esposa de Clotario I funda un monasterio y recibe del emperador Justino una reliquia de la Vera Cruz de Cristo. La Curia municipal, de origen romano, aún existe en el 651.

Durante el siglo VIII, tras la desaparición del reino visigodo de Toledo,  los musulmanes invaden la Galia y en el 732 Carlos Martel los derrota en la batalla de Poitiers. En el siglo IX el abad Mellebaude construye el hipogeo de las Dunas como lugar de enterramiento. Más tarde se funda el condado de Poitiers. El siglo XII es un periodo de esplendor con la edificación de una nueva muralla, se obtiene un despacho de pesas y medidas y comienzan a desarrollarse ferias comerciales.

La Guerra de los Cien Años trajo a la ciudad conflictos y destrucciones: en el 1358 las tropas inglesas del Príncipe Negro derrotan a las francesas de Juan el Bueno. En 1418 se reúne el Parlamento Real y en 1429 es interrogada en la ciudad Juana de Arco. La fundación del a Universidad tiene lugar en 1431. Durante el renacimiento la ciudad entró en crisis, iniciando una clara recuperación en el siglo XVIII. Pero en el siglo XIX la ciudad tiene una importante función militar, con una guarnición

ANÁLISIS FORMAL

La capilla funeraria (Hipogeo de las Dunas) fue realizada por el abad Mellebaude para su enterramiento, dentro de una necrópolis anterior. El descubrimiento tuvo lugar en 1878, durante la realización de unas labores agrícolas. El arqueólogo C. de la Croix intentó excavar el yacimiento, pero no obtuvo autorización por ser terreno militar. Consiguió excavar un terreno próximo y en él aparecieron más de 300 tumbas y el hipogeo de las Dunas, con una planta octogonal en el interior y circular en el exterior.

La bóveda de la cubierta actual es posterior; originalmente pudo tener una techumbre de madera. Los muros presentan un aparejo irregular con apariencia de opus reticulatum romano. El edificio sigue modelos galorromanos del siglo III, pero con decoración mural. La escalinata de acceso al hipogeo presenta una decoración de serpientes entrelazadas, hojas de hiedra y peces, quizás con una simbología cristiana. Las paredes presentan decoración con pinturas polícromas y bajorrelieves. La tumba con un arcosolio corresponde a Mellebaude. Se diferencian dos zonas, separadas por un escalón decorado con rosáceas. Destacar la abundante presencia de sarcófagos.

De entre la decoración esculpida cabe destacar un bajorrelieve que representa a los dos ladrones, con rasgos en los que resaltan los grandes ojos y la nariz y la boca. Visten una especie de falda y llevan el torso desnudo. El fondo rehundido acentúa la sensación de profundidad. Ambos personajes están separados por una columna con basa, fuste y capitel.

En 1908 se restauró el hipogeo con las características de la arquitectura merovingia. Desde1998 está cerrado por obras de reforma. Hoy en día se conservan un altar, diez sarcófagos y unas 35 tumbas en total, así como abundantes relieves de interesante iconografía cristiana.

FRANCISCO JAVIER FERNÁNDEZ GAMERO